De los olores y colores
Todas las tardes procuro acercarme al taller de los coches con mis amigos, por el camino vamos oliendo las reparaciones y los dibujos con pintura recien empapadita para poder incrustar el dedo cuando el arregla-autos ande despistado. LLenamos los bolsillos de arena, chinas y cualquier cosa que nos parezca importante para ayudar al señor Gonzalo en la creatividad y buen resultado del trabajo bien hecho, aunque a veces el refunfuñe y entoces nosotros entramos a escondidas. Me gusta respirar con olor a coche de color de menta, de frutas o blanco como el de mi padre. Recogemos los cartones de las esquinas y los reconvertimos para nuestro juego favorito: las carreras locas de los choques. Mi mama me dice que estamos locos como los coches de nuestro juego pues nos damos muchos tortazos y se nos pone la piel roja como a los cangrejos. Lo que ella no sabe es que el coche mas rojo siempre es el que gana.
1 comentario
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Por lo menos, tenerlo en sueños.
S. Manrique.