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Doña Deberes

Doña Deberes


Doña Deberes era una maestra que ponía muchos deberes a los niños. Antes la cosa no era así. Todo empezó un día cuando al levantarse puso un huevo. Se asustó tanto que lo escondió en un cajón. Al cabo de un tiempo puso otro y otro, se acumularon un montón. Tenía la despensa llena, llenísima. Pensó que podía hacer con tanto huevo así que decidió cocinar una tortilla de patata y siete flanes de huevo. Al cascarlos ¡Sorpresa!.. Del primero, salió una suma 2+2=4. La trajo al cole y se la presto a Pablito, que era un poco torpe, pronto dio buena faena de él, las sumas del dos nunca se le olvidaban.
Sorprendida como estaba casco otro huevo. De este surgió: “El niño- es el sujeto”. Huevo tras huevo iba descubriendo ríos de letras haciendo oraciones compuestas en pasado presente y subjuntivo. Números, problemas matemáticos, complicadas multiplicaciones, ecuaciones… Los traía al cole y los iba repartiendo entre sus alumnos. Les daba a los que sacaban buenas notas. Como todavía le sobraban, también decidió regalar al resto huevos de todos los tamaños y sabores.
Los domingos, después del desayuno, ponía huevos rellenos de dibujos y trabajos manuales. Entre semana le salían de otra clase de asignaturas.
Consiguió montones y montones con bastantes materias y obsequió a sus compañeros de cole. Estos se contagiaron de la oval costumbre y también empezaron a poner huevos que a su vez repartían entre los niños de sus respectivas clases.
Se extendió al mundo entero. En vacaciones y al salir de clase. Huevos apilados en docenas. Docenas agrupadas en cajas. Cajones dentro de camiones. Se conducían por caminos hacia escuelas y casa de niños de todas partes. Se empezó a hacer deberes también fuera del cole.
Y después de todo este trajín yo pienso ¿no hubiera sido mejor que Doña Deberes se hubiera hecho una sopa de letras? Que se hubiera decidido a correr aventuras por montañas de escalenos y bosques de minerales insólitos. O quizás podía correr la aventura de sentarse en un cuatro y domar a las letras en el circo de Cono con música del cole.
¡¡¡Pues no!!!
¡Que se le va hacer! Desde que Doña Deberes empezó a poner huevos se han contagiado muchos Sitas y Sitos. Nosotros, los pobres niños, vamos de cabeza con los ¡deberes!

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