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Un reloj

Un reloj

Son las once en el reloj. Mejor, son las once en todos los relojes menos en el mío que da vueltas y más vueltas, sin parar. Rueda hacia la derecha, da un quiebro y se va para detrás. Pega saltos de alegría y botan números con saetas bailando al compás.

Tanto se mueve el tiempo que me hace tropezar, me mareo sobre mi propio mareo y ya no se si estoy aquí o allá.

Es el reloj que da vueltas y yo el niño que no se da cuenta si pasan horas, minutos, o yo que se, pues me encuentro en un bucle temporal. Deslizado por toboganes alzo columpios al cielo y sonrío al sol dorado que salpica miel.

Brota el segundo a la una terminando de crecer de él un trébol de cuatro hojas; mientras, juego al cinquillo con un gato y sus siete vidas. De repente canto las cuarenta y el as de horas se casa con una caja llena de tiempo. Me invitan a la boda, les regalo un ciempiés un poco exagerado pues se ha implantado otros cien.

Entre números, letras y la nota musical componemos un ser temporal.

Una brisa rafagea y me sugiere volver

Son las once en el reloj y me llaman para cenar.

 

El altobus

Con la cartera a cuestas (ojalábus que mi mama me haya puesto dos colines para el almuerzo), estoy esperando en la parada la llegada del altobús.

A mi lado otros niños del barrio tiemblan de frío conmigo. Ya está tardando en llegar, brr, brr...

Yo me voy entrenando dando saltos para poder subir en él. Es complicado coger a la primera los tres escalones que me separan de la zona de asientos. Menos mal que Mari “la monitora” nos ayuda desde la plataforma a entrar dentro.

Una vez ascendido saludo al conductor de primera, a la monitora, al primero del asiento, al segundo del asiento, al tercero…-¡Antoñito! Puedes ir más deprisa. Todos los días igual. No ves que tienen que entrar todos los niños de la parada.

No se dan cuenta que esto de subir al bus, altobús, es costoso. Primero lo considero un deber que hay que hacer para ir al colegio, no al parque de atracciones. Segundo somos niños. ¿No podrían ponernos un altobús mas bajo? ¡Si!, uno para niños. Me encantaría poder conducir por la pista con mis amigos. Los llevaría a la tienda de chuches. Cargaríamos nuestro altobús de regalices y gominolas. La siguiente parada sería en el parque. Bajaríamos todos y echaríamos un partido de baloncesto con los aros que hay para sujetar las bicis (claro, si no hay muchas bicis). Comeríamos salchichas del puesto ambulante y helados del kiosco de la esquina. Y cuando ya estuviéramos cansados volveríamos a casa.

-¡Antoñito! Quieres sentarte de una vez por todas. –me despertó de mis ensoñaciones “la Mari”.

Está bien, ya me siento. –Estaba preparado para saltar al suelo firme cuando llegáramos. Que conste que luego me dirás: Ponte en pié que está sonando la sirena, corre, corre que llegáis tarde a clase.

 

La cinta adhesiva

La cinta agresiva se pega por los rincones del libro de matemáticas y cuando quiero despegarla me empuja la mano y me doy un tortazo. -¡Mecachis!

 –Es el hada traviesa  que se esconde entre los números -resopla una brisa desde la flauta; creo.

Abro la funda de mi instrumento -¿Dices algo?

–Es el  hada Dadá, una bromista. Yo la conozco desde hace tiempo. Dando un concierto en el patio del cole me dejo ronca al ducharme con el agua del aspersor.

-No la he tratado nunca, pero es casi imposible despegar este “chelo” –desesperé al tirar.

-Lo ves. Confunde hasta las letras. No es cinta agresiva ni chelo. Es cinta adhesiva y celo. -Mi, mi, sol. La, si, do.

-Vaya, vaya. ¿Qué podemos hacer para que se esté quieta? –Entre cavilaciones y tirones empecé a mosquearme.

-Le encanta la música clásica. Si me ayudas tocamos algo.

Así agarro mi flauta. Limpio la boquilla y nos ponemos de acuerdo para tocar una bonita pieza. Entonces el hada se hace visible. Se sienta en una esquina y pone una cara que alucina. Con una sonrisa me dice: -Ahora estoy contenta. Ya haces los trabajos musicales del colegio.

 

Doña Deberes

Doña Deberes


Doña Deberes era una maestra que ponía muchos deberes a los niños. Antes la cosa no era así. Todo empezó un día cuando al levantarse puso un huevo. Se asustó tanto que lo escondió en un cajón. Al cabo de un tiempo puso otro y otro, se acumularon un montón. Tenía la despensa llena, llenísima. Pensó que podía hacer con tanto huevo así que decidió cocinar una tortilla de patata y siete flanes de huevo. Al cascarlos ¡Sorpresa!.. Del primero, salió una suma 2+2=4. La trajo al cole y se la presto a Pablito, que era un poco torpe, pronto dio buena faena de él, las sumas del dos nunca se le olvidaban.
Sorprendida como estaba casco otro huevo. De este surgió: “El niño- es el sujeto”. Huevo tras huevo iba descubriendo ríos de letras haciendo oraciones compuestas en pasado presente y subjuntivo. Números, problemas matemáticos, complicadas multiplicaciones, ecuaciones… Los traía al cole y los iba repartiendo entre sus alumnos. Les daba a los que sacaban buenas notas. Como todavía le sobraban, también decidió regalar al resto huevos de todos los tamaños y sabores.
Los domingos, después del desayuno, ponía huevos rellenos de dibujos y trabajos manuales. Entre semana le salían de otra clase de asignaturas.
Consiguió montones y montones con bastantes materias y obsequió a sus compañeros de cole. Estos se contagiaron de la oval costumbre y también empezaron a poner huevos que a su vez repartían entre los niños de sus respectivas clases.
Se extendió al mundo entero. En vacaciones y al salir de clase. Huevos apilados en docenas. Docenas agrupadas en cajas. Cajones dentro de camiones. Se conducían por caminos hacia escuelas y casa de niños de todas partes. Se empezó a hacer deberes también fuera del cole.
Y después de todo este trajín yo pienso ¿no hubiera sido mejor que Doña Deberes se hubiera hecho una sopa de letras? Que se hubiera decidido a correr aventuras por montañas de escalenos y bosques de minerales insólitos. O quizás podía correr la aventura de sentarse en un cuatro y domar a las letras en el circo de Cono con música del cole.
¡¡¡Pues no!!!
¡Que se le va hacer! Desde que Doña Deberes empezó a poner huevos se han contagiado muchos Sitas y Sitos. Nosotros, los pobres niños, vamos de cabeza con los ¡deberes!

RELOJ -CUATRO

RELOJ -CUATRO

Me despierto en la cama. Todo está oscuro. Quiero saber la hora, pero no veo reloj alguno. Siento el tiempo que vaga a la deriva por las rendijas de la habitación. No se si debo seguir durmiendo o es el desayuno lo que debo tomar.

Me viene a la memoria el abuelo que me ha enseñado a jugar con las horas:

 

-Son como invasoras que entran en tu casa. La ocupan y se adueñan de todo el tiempo que pasas en ellas. Hay que entenderlas. Dejarles dormir de día y jugar a destiempo. Entonces se van olvidando de ti y puedes acelerar o parar los momentos.

 

-¡Abuelo! ¡Abuelo! Que no encuentro la hora. –Grito desde la oscuridad de esta habitación en la casona del pueblo.

 

El abuelo se despereza y levanta. Lucha contra la sombra con su linterna mágica. Llega hasta mi cuarto disparando haces de luz y destellos. Posa su dedo sobre los labios mientras pide silencio:

 

-No despiertes al gallo que aún queda un buen rato hasta que nos levantemos.

 

-Pero no se que hora es –digo en un bostezo.

 

-Es que son altas horas de la madrugada. Horas en que los relojes se esfuman en alguna parte. Cierra los ojos, que la luz se escurrió hacia las estrellas. Descansa los oídos, que el cocodrilo se llevó el tic-tac de los malos. Sueña aventuras.

 

Entre el sopor subo a una saeta que cabalga resuelta. Alzo la mano y gritoooooo -¡Hacia el bosque de los árboles parlantes!...

 

RELOJ (3) CU-CÚ

RELOJ (3) CU-CÚ

Cuando era pequeño, a veces me quedaba a dormir en casa de mi tía y lo sigo haciendo. Mi tía tiene un reloj cu-cú que te avisa de que hora es y de que media hora ha pasado ya, es muy formal.

Al llegar a las en punto me planto delante de él para verle abrir y cerrar las puertas de su habitación. Sale un pájaro que me saca la lengua cuando nadie lo ve y empieza a piar.

El otro día, mientras la tia bajo a comprar el pan, salió de su nido a menos diez y empezó a cantar.

 

Yo le dije -¡Eh pájaro, que te has equivocado!

 

 

- No es verdad, cu-cú. Tu tía no se entera. Voy retrasado cu-cú  Tengo que esperar a la hora que ella ha puesto aunque esté mal. Mi mujer se ha enfadado pues siempre llego tarde a comer, cu-cú. Ya no sé que hacer.

 

- ¿Cómo te puedo ayudar?

 

-  Si fueras tan amable de adelantar las agujas un poco. Son mayores y les cuesta caminar. Por mas que lo intentan no pueden echarse a correr.

 

- Creo que podemos llegar a un trato -se me ocurrió- Tu cuentas la hora en silencio por la noche y yo les doy un empujoncito a  las manecillas del reloj.

 

Dicho y hecho. Desde ese día si voy a casa de la tía y me quedo a dormir no dice ni “mu”. A veces, cuando nadie nos ve, me invita a tomar un té y por fin he conocido a su mujer.

 

¿NADAR?

¿NADAR?

-Yo no me muevo de aquí, ni me zambullo en ningún río, piscina o boquete  con agua –le repetí al monitor. Por mucho que se empeñe, o me da mis manguitos o no entro en el agua.

Entonces vino por detrás el gracioso “Yo no soy” y me dio tal empujón que acabé en mitad de la piscina. Mosqueado como estaba en tres brazadas llegué a la orilla y de un empentón subí arriba dispuesto a repetir la acción pero en sentido inverso, tirando al otro en nombre de “yo tampoco he sido”.

El monitor me detuvo. Se quedó observándome con los ojos fijos detrás de las gafas de buceo. Paré esperando una reprimenda. Levantó una mano, luego la otra y de repente me estrujo como si un mejillón se cerrara dejándome dentro –enhorabuena Alvarito, has conseguido batir el record de la piscina. Es la primera vez que un principiante logra semejante hazaña. ¿Ves como no era tan difícil?

Me sentí bien. Volví a hacer unos cuantos largos entre aplausos del resto del personal.

Al salir a la calle choqué y un niño cayó al lado del aspersor. ¡Que pena! El no pudo hacer ni dos largos, pero mojarse con ropa y todo si que lo conseguí –”yo tampoco he sido” –le sonreí…

 

EL NIÑO

 o o o                           o ooo         ooooo

El niño dejo los deberes encima de pupitre y fue hacia donde  estaba su madre. Su madre estaba triturando un puré de color amarillo. Le daba con la batidora y hacia un ruido que inundaba toda la casa y taponaba los oídos. El niño, con cara de circunstancias, se plantó delante de su madre.

 

-¿Qué te pasa? – le preguntó su madre.

 

El niño se rascó la coronilla y le dijo que tenía una pregunta muy importante que hacerle. La madre paró la batidora, la pasta amarilla saltó sobre el armario de la cocina. Pequeñas mandarinas adornaban la puerta ahora. Mamá puso mala cara al verlo, entonces sonó el teléfono del pasillo y salió con el trapo en las manos, directo para contestar la llamada

 

 

- Si cariño, si que estamos en casa. ¿En el baño? No. ¿El vecino de abajo?... Espera que lo compruebe. Si el puré del niño con la batidora, con tanto ruido… ¡Inundado! No.

 

Colgó el teléfono y corrió hacia el baño. Una cortina de agua se deslizaba por debajo de la puerta. Intentó abrirla. La golpeó varias veces y de repente se volvió hacia el niño

 

- ¿Qué has hecho Alvarito?

 

- Mami, yo no he sido. Me lavaba las manos. He puesto el tapón para que no se escapara y luego ha venido un bicho verde que no me dejaba cerrar el grifo. Ha sido el bicho verde.- Alegó el niño.

 

-Y la puerta. ¿Porqué no puedo abrir la puerta?- gritó la madre histérica.

 

-Ha sido muy divertido. El bicho se ha bañado y han empezado a salir más bichos. Saltaban y cantaban CRIC, CRIC, CRIC. Entonces he ido a avisarte para que tú los vieras. Quería preguntarte si eran saltamontes o saltabaños.

 

La madre con toda la paciencia del mundo logró abrir con una horquilla la maldita puerta. Cerró el grifo. Recogió el agua del suelo. Llamó al seguro de hogar. Pasó un estropajo por cada una de las gotas de dentífrico verde. Volvió a la cocina, paso otro trapo por encima de las manchas de puré mientras el vecino explicaba al señor del seguro como la casa de Alvarito había sido tomada por gremlins amarillos y verdes.

A la madre le hicieron una tila, que cuando vio de qué color era, no supo si atacarla con el estropajo o con el trapo de la fregadera.

Al final lograron que  bebiera la infusión a sorbos con los ojos cerrados. El niño  hizo un dibujo, una flor rodeada de marcianos saliendo de un tubo de gel. Se lo entregó a mamá.

 

 

 

o o o o                           o ooo         ooooo

TARTA DE CUMPLEAÑOS

TARTA DE CUMPLEAÑOS

Ayer fue mi cumpleaños que es como decir el rey de todos los cumpleaños. Primero porque es el día que nací yo,  muy importante para estar aquí contando los días que quedan y celebrarlo. Luego puedo dar un montón de razones más:

-La fecha es en Junio, justo en mitad del año. Para que no sea tan espaciado celebro fiestas de invierno y de verano.

-Dicen que los géminis, que es mi signo, nunca se aburren ya que tienen dos, tres, o más formas de ver la vida. Vamos que puedo echarme una partida de parchis y mosquearme por haber perdido, saltar por haberme ganado y confabular conmigo para que no gane mi otro yo-contrincante.

-Soy yo, y eso no lo puedes ser tú, ni tú, ni él o esta.

-Tengo una familia a la que quiero y me quiere. Amigos que me felicitan. Regalos que me han hecho y detalles que he llevado al cole para repartirlos entre los chicos de la clase.

Ayer fue un día muy especial. Soplé las velas de mi tarta. Mi hermano sopló las velas de su tarta y casi, casi somos mayores de edad sumando sus años y los míos.

Hoy sólo quiero contar eso, que soy un poco más viejo. Se me han caído ya varios dientes y me han crecido dos. Tengo algunos pelos en las piernas. Han llevado al trastero mi silla de comer y me han regalado un pupitre para escribir y trabajar como los mayores.

¡Ah! Se me olvidaba algo, el sábado hacemos una merienda en el parque grande. Estáis invitados.

RELOJ(2)

RELOJ(2)



Los relojes parados dan dos veces la hora exacta. Se han declarado en huelga y han decidido cumplir sólo con los servicios mínimos- me ha dicho mamá.
Yo tengo un reloj muy trabajador, pues por más que lo intento, no lo logro callar. Todos los días a las ocho de la mañana se pone a pitar. Me tengo que levantar. Tomo el desayuno y salgo a la puerta para esperar el bus escolar.
Así ¿Cómo puedo quedarme dormido para llegar tarde? ¡No hay manera!
Tengo un amigo que de vez en cuando lo consigue. Una semana duerme en casa de su mamá y otra en la de su papá. El papá trabaja hasta las tres de la mañana. Cuando se acuesta tiene tanto sueño encima que no se entera, ni siquiera, si pasa un elefante por su lado. Hay días que cuando se dan cuenta, ya es tarde. Le compra un batido y un bocata en el bar de abajo que se va comiendo en el vagón del metro camino del colegio.
Sólo me gusta ser puntual cuando tenemos clases de música con la señorita Noelia, ¡es tan guapa! Tiene un novio que es cantante en un grupo de rock. Siempre está dando conciertos por aquí y por allá, pero a mi me da igual. Cuando sea mayor también tocaré en un grupo de rock, pero solamente por acá, para estar cerca de la seño. Nos haremos novios y si quiere compraremos un metrónomo que también da el tiempo pero sin nombrar la hora.














CARADOL 2

CARADOL 2

 

He conocido una familia de babosas que vive en el campo con muchos amigos. Si pueden meriendan cada tarde con un vecino. Cuando les toca a ellas preparar el evento  organizan una gran fiesta con música incorporada. Vienen campanillas, abejas zumbonas y trompetillas. Traen piedras, hojas, y forman un anfiteatro para todos sus amigos.

Tienen unos primos, a quienes les ha tocado la lotería. Se han comprado un bungalow, lo pasean por todos los lados y se les ha subido a la cabeza la tontería. Han pagado por un título nobiliario y ahora se hacen llamar “los  señores Caracoles”. ¡Tanto fardar!.. para terminar arrastrando la casa por la campiña. Me los imagino con ella a cuestas, en lo alto de la era, preparados para bajar, de culo y sin frenos.

El caso es que entre todos ellos me han nombrado el sheriff forestal así que guardo sus caminos, vigilo los intrusos, aviso del tiempo, no paro de merendar, y de vez en cuando echo partidos de baloncesto con las marmotas.

Los jueves se juntan en casa de las hormigas. Estas viven en un barrio subterráneo lleno de galerías con la despensa siempre llena. Son muy trabajadoras y rápidas recorriendo los pasillos del supermercampo. Cada uno llevamos un  plano de la ciudad escondida porque aseguro que si te pierdes por sus calles, estas perdido como en el laberinto del parque de atracciones. Don Cucarachon salio a comprar rábanos un día y tardamos treinta y tres en encontrarle. Aunque no tengo muy claro si lo hizo a postas.

COCINERO

COCINERO

Hoy me han nombrado cocinero de la casa. ¡Tengo tantas ganas de cocinar! Me lavo las manos con agua y jabón. Me pongo el delantal y comienzo a ayudar a mama. Me ha dicho que le quite el hueso a los dátiles para rellenar cada uno con una gamba. Me pregunto ¿será para engañar al perro y darle de comer al gato? Pues no lo se, pero por si acaso de vez en cuando dejo alguno sin quitar, todos tenemos derecho a comer, hasta el chucho de la vecina que los prefiere roer. Para mi he guardado varios frutos, secos o no secos, esa es la cuestión. Uno con nocilla, otro de chocolate, el siguiente con un bombón dentro y el último lo he dejado en el batido de cacao.

Hacemos una pizza con dos ojos que son rodajas de tomate, la nariz es un trozo de pepinillo y por boca dos salchichas Frankfurt. El pelo y la barba los dibujo con una cascada de queso rallado. Para adornos ponemos gotas de kepchup como si fuera sarampión y en vez de dos guisantes (que no había) la orejeo con dos caramelos de menta, uno a cada lado.

Como es el día de la madre he cocinado yo, y deseo muchas felicidades a todas las mamas.

Diccionario

Diccionario

El incomprensible mundo de los mayores o diccionario nº1 para entenderlos de parte de los niños. Creado por un grupo de amigos dispuestos a saber mucho.

 

·        Ave: atención vehiculo especial que va por un camino hecho de vía.

     No confundir con pájaro que va entero volando por el aire.

 

·        Patillas: pelos que salen en la cara. Si es una chica quien los tiene, va corriendo a quitárselos con láser. Si es un hombre los deja crecer y puede disfrazarse de sheriff, de rocanrolero, de malo…

No confundir con piernas estilo gallina o de persona flaca.

 

·        Teléfono: aparato portátil para hablar, hacer fotos, grabar música…

No confundir con lo que dice el abuelo, dispositivo atado a la pared que hace mucho ruido y no se oye nada (será que está sordo)

 

·        Sacapuntas: utensilio para sacarle mina al lápiz.

El mío es un encoge lapiceros que cada vez los hace mas pequeños.

 

·        “Nos vemos”: frase típica de despedida cuando en realidad se hace lo contrario.

 

Lo dicho nos vemos

 

        

UN PINO O VARIOS

UN PINO O VARIOS

Mañana me voy aplantar un pino o varios. Nos vamos los chicos del colegio a un monte cercano y pensamos repoblarlo entero.

Estoy pensando de plantar unas camisetas del equipo de baloncesto a ver si crecen, así cuando tenga un partido recojo la fruta-camiseta o lo que sea y solo tendré que poner el número de dorsal. Mi amigo me ha dicho que porque no probamos y me planto yo también, así el tendría siempre una replica mía para jugar, para meterla en la cama cuando tiene miedo, o quizás podríamos hacer once replicas mías y once de él y montar partidos de fútbol a tutiplén. Yo lo he pensado muy seriamente pero no se si me gustará que los perros se meen en el tronco mientras crecen mis otros yo. Además pienso que en los días de tormenta, cuando aúllan los lobos, o en sentirme observado en la noche por unos ojos inmensos de búho…Y los murciélagos colgados boca abajo o saliendo en tropel a la búsqueda de inocentes victimas como yo…

Definitivamente ¡no! Que no me planto.

Mi mama me ha dicho que guarde un poquito la imaginación y que la emplee en cosas provechosas,

Pues vale, me voy a jugar a los verdes campos. Vamos a pintar mascotas en verde. De mayor seré un marciano verde, y nunca jamás me portaré como un niño borde.

MI AMIGA

MI AMIGA

Tengo una amiga un poco rara que la llamo ¨Saluda-esquinas¨, la veo hablar con ellas tranquilamente. A veces les dice palabrotas, otras les comenta cosas bonitas, o también se las come en cualquier salida.

En el colegio, cuando lee algo de la pizarra, nos hace reír con sus bromas pues todo lo dice al revés o con mucha gracia.

El otro día llevaba un calcetín rojo y otro azul, yo le pregunté porque lo hacía. Entonces ella me miró muy fijamente y me dijo: -Esto es una cosa muy de la persona. Creo que solo se lo contaré a mi novio cuando lo tenga.

-Oye ¿y si nos hacemos novios me lo contarías? -solté así, de repente.

-Pues vale. Pero para hacernos novios debemos darnos un beso de compromiso –alegó ella.

Con algo de repelús acercamos nuestras bocas y nos dimos un múa de reconocimiento.

-Ahora debes hacerme un regalo para llevarlo siempre encima –Sin contarme aún el secreto me pedía mas cosas. Así que le regalé el chicle que me estaba comiendo con toda la saliva que también era de mi persona. Se lo guardó en el bolsillo y se  confesó, como novia mía:

-Me parece que necesito gafas y que tengo en los ojos una ¨dis-bextia¨ o algo así.

-Ah, bien –deje caer.

Así que ahora tengo una novia un poco cegata que saluda a las esquinas, pero que es la más guapa de toda la barriada

 

A-jugando

A-jugando

Me subo y cabalgamos por encima de la tabla, dos pasos para delante y uno para el lado. Mi hermano viene acompañado de su lancero caminando de costado, a veces a grandes zancadas. Veo la torre y me escondo. Entonces, de repente, acude la reina moviéndose como una loca, pero ella no puede saltar por mucho de que lo intente. ¡Hay que proteger al rey!, decidido me enroco.

-¡Tiempo! que los peones se han puesto a bailar y no les tocaba -grito del susto.

-Eres tú con tus piernas, que no paras -dice mi hermano.

-Yo no hago nada. Tu, que te rascas la rodilla y mueves el tablero porque te estoy ganando.

Y una lluvia de guerreros toma la habitación. Continuamos el juego subiendo montañas de libros, haciendo crucigramas en dos colores y volando las damas por los cielos.

-¡Que está pasando por allí! -oigo la voz de mama desde la cocina.

Corriendo volvemos a colocar el tablero de ajedrez. Lo prometido es deuda. Mi mama me ha dicho que cuando terminemos la partida nos dará un chocolate con churros.

-Hermano, con esta espada yo te nombro caballero de la mesa cuadrada del cacao caliente.

-Yo te nombro caballero de la mesa redonda del batido espeso -dice mi contrincante.

¡Vayamos a nuestros confines a terminar la batalla de los dos reinos!

Mi mama tiene un sueño

Mi mama tiene un sueño

Mi mama tiene un sueño que persigue algunas tardes,

nos hace la cena, nos prepara la ropa del día siguiente

y se va a escribir cuentos con sus amigos.

Hay pintores, poetas y cuentistas sueltos.

Tienen ¨una casa de Zitas¨ donde recitan con ¨z¨,

con todo el abecedario y parte del numerario.

Si te acercas, allí, donde la ventana roja,

bulle imaginación, creatividad, ilusión y

muchas ideas nuevas.

Por la cerradura se asoman amigos y conocidos

¡Tranquilos chicos que ya llega!

con trabajo anardisplina y tantas ganas…,

¡que la puerta se abre para todo el mundo!

A la vuelta mama suspira y nos regala

pequeñas letras atadas a sus historias,

bonitos cuentos,...y nos dormimos.

DESAYUNO CON DIRETES

DESAYUNO CON DIRETES

Después de unos días de puente mi mama me ha despertado para ir al colegio.

No tengo ganas de abrir los ojos pero me he levantado. Para desayunar veo mis cereales y un vaso de leche con cacao. No tengo ganas de nada y ´´cataplof´´ se me ha caído la leche encima. Me he ensuciado toda la ropa que llevo limpia. He ensuciado a mi hermano que llevaba el chándal nuevo. He ensuciado la funda del sofá que estaba recién lavada. El comedor ha empezado a llenarse de leche con cola-cao. Hemos tenido que llamar a los bomberos para que vinieran a recatarnos de este líquido marrón lleno de mini-barcos de cereales. He empezado a darme cuenta que me estaba mojando, que la humedad iba subiendo poco a poco por mi espalda…

 

-¿Quieres hacer el favor de levantarte? Al final vamos a hacer tarde – oigo la voz de mi mama.

 

Se me ha vuelto a escapar el pipi ¡Uff! Que susto. Pensaba que nos íbamos a ahogar en un mar de desayuno.

ME PARECE QUE HE CRECIDO

Hoy me he puesto el chandal de spiderman. Una de dos o he crecido, o el hombre araña se ha hecho una liana con parte de la tela. Mi mama me ha dicho que me lo quite de inmediato.

-Pues no sé por qué debo quitármelo -le he contestado.

-Porque te pareces a Jaimito con el traje de Garbancito.

Yo no sé quien será ese niño a quien le gusta ir de garbanzo. A mí no me agrada esa comida, prefiero espaguetis para lanzarlos e ir de un edificio a otro rescatando a los buenos y atando a los malvados para enviarlos tras las rejas.

Por el cristal veo copos blancos que han comenzado a caer.

-¡Mama! ¡Mama! Está nevando.

De repente me he dado cuenta que llegaba a ver por el borde de la ventana. O he crecido de verdad, o la casa se ha encogido de frío.

He salido corriendo a la calle. Las arañas deben ser frioleras. Las bolas de nieve son frías. Y yo estoy contento ya que soy un poco más grande aunque esté helado

La máquina hace-letras

La máquina hace-letras

 

Mi mama tiene una máquina muy extraña que sirve para hacer letras. -¿Puedes cocinarlas en una sopa de letras?

-No hijo mío, esto es sólo una máquina de escribir.

Dice que hace muchos años, o a lo mejor hace muchos siglos, se usaban para redactar cartas, escribir cuentos y poesías. Ella una vez fue a una especie de concurso llamado oposición que lo ganaba quien tecleaba más rápido. No me ha dicho el puesto de su llegada, pero tiene que ser muy divertido, como una carrera de bicis.

Mientras prepara mi sopa sin letras, he abierto la tapa y he descubierto una cinta llena de carbón, así que he decidido darle una sorpresa a mama: me he pintado de negro la camiseta… para hacer un duelo entre los dos. El que gane (yo le voy a dejar a mama para que se ponga contenta) será el campeón jefe de la oposición.